angle-left La encuesta “Volvemos a clase” concluye que el 76% del alumnado navarro prefiere aprender en el centro educativo y no en casa

Cerca de 20.000 estudiantes y 3.500 docentes han participado en el estudio del Instituto de Evaluación IDEA que ha analizado la situación de la enseñanza durante la pandemia

2020/12/14

“El 76% del alumnado navarro prefiere aprender en el centro educativo y no en casa, porcentaje que sube al 83% en Primaria y Bachillerato y se reduce al 70% entre el alumnado de la ESO”. Se trata de una de las principales conclusiones del Informe de Navarra elaborado a partir de la encuesta “Volvemos a clase” del Instituto de Evaluación IDEA de la Fundación SM, en la que, con la colaboración del Ministerio de Educación y FP y el Departamento de Educación, han participado este otoño 19.890 estudiantes de Primaria, Secundaria y Bachillerato y 3.422 docentes navarros de todos los ciclos pertenecientes a 226 centros educativos públicos, concertados y privados.

Además de la valoración del alumnado respecto a la formación presencial, el Informe resalta “que el 96% de los docentes prefiere la enseñanza presencial a la del confinamiento, telemática, y un 91% de los profesores cree que los alumnos aprenden más en el centro educativo”.

El Instituto de Evaluación IDEA de la Fundación SM se planteó en el mes de mayo ayudar a los centros a conocer cómo su profesorado y su alumnado desde 4º de Primaria a 2º de Bachillerato y FP habían vivido el confinamiento y el regreso a clase, con objeto de que cada centro escolar pueda conocer el bienestar del profesorado y alumnado para afrontar nuevos modos de aprendizaje.

De este modo el informe, completado a través de encuestas realizadas desde el 12 de septiembre al 14 de noviembre del 2020, ha analizado las diferencias entre la enseñanza presencial o a distancia, aspectos como el espacio y horas dedicadas al estudio, los dispositivos disponibles, la relación y apoyo familiar y del profesorado, el estado anímico, así como la afección del COVID-19, entre otros aspectos.

Por etapas educativas han participado en la encuesta 7.457 estudiantes de Primaria, 8.164 de ESO, 2.582 de Bachillerato y 1.687 de Formación Profesional. Respecto a los docentes, fueron 496 de Infantil, 1.395 de Primaria, 1.246 de ESO y Bachillerato y 285 de FP. De los participantes, 6.951 residen en localidades de menos de 10.000 habitantes, 5.435 en localidades de 10.000 a 100.000 habitantes y 7.504 en Pamplona / Iruña.

Valoración alumnado

En relación a las respuestas aportadas por los estudiantes, el resultado del estudio demuestra que el alumnado de Primaria (86%) era el que más ganas tenía de volver a clase, seguidos de los de Bachillerato (72%) y de los de la FP y la ESO (70% y 66%).

El 54% del alumnado considera que han aprendido menos en casa que en el centro educativo, mientras que el 34% piensa que se aprende lo mismo. Estas cifras medias esconden diferencias entre los estudiantes: el 74% de Bachillerato cree que se aprende menos en casa y el 62% de los de FP, mientras que solo el 44% de los de Primaria respalda esta alternativa.

En relación al espacio para el estudio, 88% del alumnado tuvo un espacio para estudiar sin que le molestaran, un porcentaje que desciende al 83% en Educación Primaria.

Además, casi todos los alumnos y alumnas han podido disponer de ordenador, tableta o móvil. Solo el 2,6% no lo tuvo, si bien el porcentaje se eleva al 4% entre el alumnado de Educación Primaria y al 4,7% en los de FP. El 29% del alumnado tenía ordenador de uso compartido, porcentaje que sube al 41% en el caso de Primaria.

El 4,7% del alumnado no tuvo acceso a internet o solo algunas veces, un porcentaje que se eleva al 5,7% en los estudiantes de Educación Primaria y al 7% en las localidades de menos de 10.000 habitantes. El 70,5% lo tuvo todos los días y con buen funcionamiento.

En relación con el estudio, el 51% del alumnado dedicó entre una y tres horas a las actividades de aprendizaje. Este porcentaje sube hasta el 62% en Primaria. Por el contrario, el 28% de Bachillerato dedicó entre cuatro y cinco horas a las actividades de aprendizaje y el 28%, más de cinco horas.

En cuanto a la relación con la familia, esta mejoró durante el confinamiento en el 33% de los estudiantes, mientras que se mantuvo igual en el 61%. Esta mejora es especialmente notable en los alumnos de Educación Primaria.

Estas diferencias también se muestran en relación con el apoyo recibido por sus profesores: el 85% del alumnado de Primaria lo valora positivamente, mientras que el porcentaje desciende al 55% en Bachillerato. Unas diferencias, si bien menores, que también se muestran en función del número de habitantes. Los alumnos que viven en poblaciones de menos de 10.000 habitantes son los que manifiestan más apoyo de sus profesores. En cambio, es el alumnado de las poblaciones con más de 100.000 habitantes el que más ha sentido la ayuda de sus compañeros en las tareas escolares.

El informe resalta por el contrario que el 14% de los alumnos no se ha sentido apoyado por su familia, el 30% por sus profesores y el 19% no ha tenido comunicación habitual con sus compañeros. El alumnado de Bachillerato (89%) es quien más relaciones ha mantenido con sus compañeros por teléfono o video-llamada.

A nivel emocional, el 73% se ha sentido animado y sin miedo. Sin embargo, son los de Bachillerato y de FP los que se han sentido menos animados (40%), más tristes (37%) y con más dificultades para dormir (37%).

Hay tres preguntas en las que las respuestas se diferencian claramente según las etapas educativas, con respuestas más positivas entre el alumnado de Educación Primaria, en un punto medio el alumnado de la ESO y menos positivos en Bachillerato y en FP: “me he manejado bien con la enseñanza a distancia” (82%, 71%, 62% y 52%); “los profesores me han ayudado a resolver mis dudas” (83%, 66%, 59% y 64%); y “mi familia me pudo ayudar en los estudios” (79%, 61%, 37% y 31%).

El orden anterior casi se invierte totalmente cuando se pregunta por la ayuda de los compañeros: 74% (Bachillerato), 60% (FP), 54% (ESO) y 32% (Primaria).

Respuestas profesorado

Respecto a las respuestas del profesorado participante, el 91% del profesorado valora que se aprende más en el centro educativo que a distancia. La enseñanza a distancia no ha sido en absoluto del agrado de los docentes. La gran mayoría (96%) prefiere la enseñanza presencial, un 91% de los profesores cree que el alumnado aprende más en el centro educativo y a un alto número (69%) le ha costado enseñar a distancia. Si bien, el 66% de los docentes valora que ha podido dar una respuesta satisfactoria a las necesidades educativas de todos sus alumnos y alumnas. Este porcentaje es inferior en los maestros de Educación Infantil (59%) y Primaria (64%) y superior en los profesores de Secundaria (69%) y FP (77%).

En relación al espacio de trabajo el 80% dispuso de un lugar sin que nadie le molestara. Prácticamente la totalidad de los docentes dispuso de ordenador si bien el 27% tenía que compartirlo. Todos ellos tuvieron acceso a internet y el 79% con buena conexión. Además, el 57% dedicó más de siete horas al trabajo con diferencias entre las etapas educativas: fue de un 66% en el caso del profesorado de Secundaria y de un 56% en el de Primaria.

El 52% ha tenido bastantes o muchas dificultades para conciliar su trabajo y su familia, un porcentaje muy similar en todo el profesorado.  El 66% opina que las relaciones con su familia se mantuvieron igual, mientras que el 19% afirman que mejoraron. El 79% de los docentes se ha sentido agobiado por las exigencias laborales y al 70% la nueva forma de enseñar le ha generado bastante estrés. El 45% del profesorado se ha sentido triste y el 39% ha tenido dificultades para dormir. El 79% se ha sentido apoyado por el equipo directivo y el 89% por sus compañeros. El 64% ha valorado el apoyo recibido por las familias, un porcentaje mayor en los maestros de Educación Infantil y Primaria e inferior en los profesores de Secundaria y de FP.

El 39% de los docentes valora especialmente la mayor eficacia de las reuniones online durante el confinamiento y el 32% considera que el confinamiento no le ha supuesto experiencias positivas.

Al 69% del profesorado le ha costado enseñar a distancia, un porcentaje que se eleva al 76% en los maestros de Educación Infantil y Primaria, y baja del 60% en los profesores de Secundaria y FP.

La coordinación entre el profesorado es lo que más valoran los profesores (83%). También el 75% considera positivo el apoyo recibido del equipo directivo. El 71% considera que ha podido comunicarse con las familias de los alumnos, un porcentaje que desciende al 48% en los profesores de FP.

El 46% de los docentes afirma que ha descubierto características del alumnado de las que no era consciente y el 64% cree que este curso cambiará su forma de enseñanza.

Evaluación

Solo el 31% del profesorado valoró positivamente el sistema de evaluación del curso pasado, mientras que el 84% del alumnado se manifestó satisfecho. La explicación puede encontrarse en que el alumnado comprobó que se había realizado una adaptación del sistema de evaluación a la complicada situación de confinamiento, lo que le pareció acertado. En cambio, el profesorado tal vez reflejó con esta apreciación su disgusto con la enseñanza a distancia. Quizás también consideró que esta adaptación no valoraba de forma adecuada el aprendizaje del alumnado e incluso reducía su motivación y su esfuerzo. Posiblemente podrían haber influido en su respuesta las dificultades técnicas de la evaluación a distancia para garantizar su fiabilidad.

De las diez dimensiones educativas entre las que los docentes podían elegir, las cuatro a las que iban a prestar más atención en el nuevo curso son: para el 59%, el cuidado del bienestar emocional de los alumnos; para el 43%, la potenciación de las nuevas tecnologías; para el 33%, otorgar más importancia a aprender a aprender; y para el 31%, animar al alumnado a esforzarse y a ser responsable.

Las diferencias por etapa educativa son relevantes. Los maestros de Educación Infantil dan prioridad al bienestar emocional del alumnado, a preocuparse más por los alumnos con dificultades, a preocuparse más por los alumnos con desventaja social y en cuarto lugar, a la tecnología. Los maestros de Primaria incluyen el bienestar emocional, la tecnología, aprender a aprender y preocuparse por el alumnado con dificultades. El profesorado de Secundaria distribuye sus cuatro prioridades entre el cuidado del desarrollo socioemocional, animar al escolar a esforzarse, potenciar el uso de las nuevas tecnologías y el énfasis en aprender a aprender. Son las mismas prioridades que para el profesorado de FP, aunque en este caso la tecnología ocupa el primer lugar y animar al alumno a esforzarse el cuarto.