angle-left El profesor Carlos Castiella realiza un mural conmemorativo en el IES Plaza de la Cruz por su 175 Aniversario.

2020/10/19

El IES Plaza de la Cruz celebrará el 17 de noviembre de 2020 su 175º aniversario. Aunque la situación generada por la Covid-19 ha exigido que gran parte de los actos se hayan tenido que posponer, quieren en la medida de lo posible, y siguiendo las indicaciones sanitarias, celebrarlo a lo largo de este curso. Dentro de la organización de la celebración se desea embellecer algunos de los espacios del instituto. Por ello, y conocedores de la afición al dibujo y del amor por el IES Plaza de la Cruz, se le propuso a D. Carlos Castiella, profesor en activo del departamento de filosofía, la realización de un mural conmemorativo en una de las paredes que hacen esquina en el vestíbulo de la calle Bergamín.Aceptó el reto y comenzó a hacer bocetos.

 

Entre tanto, llegó la pandemia y el confinamiento, pero fue el momento que aprovechó Carlos para dar rienda suelta a su espíritu creativo. Como buen filósofo le entraban dudas y se cuestionaba qué plasmar en su mural.

Su mente no paraba y como él nos dice: “tenía la sensación de que podía elegir entre millones de caminos y de que en cada uno de ellos se podía equivocar de miles de maneras”.

En sus bocetos exploró distintas alternativas aunque en todas ellas intentó que hubiera una estructura con un esquema inicial que pudiera abarcar la totalidad del espacio del mural. Le parecía importante que una obra pictórica tenga algún tipo de vertebración. En la mayoría de los bocetos iniciales eligió una vertebración arquitectónica: una estructura de pisos y calles al modo de los retablos, aunque con adaptaciones muy fuertes. La principal, que el formato general fuera apaisado y abarcara dos planos formando un ángulo recto, nada que ver con el espacio que la mayoría de nuestros retablos tienen que organizar. Finalmente se decantó por lo que él considera la forma más vaga y genérica para expresar el contenido en la noción de belleza: “Unidad en la pluralidad”.

En el boceto final realizó un cambio de rumbo y dejó de lado las arquitecturas romanistas como elemento unificador que inicialmente había plasmado en otros bocetos. En su lugar, representó un mapa del mundo con mares fragmentados, expresados en forma de ladrillos de colores vivos y una banda de color intenso que recorre el mural de extremo a extremo uniendo los principales elementos unificadores.

 

La elaboración del mural sobre la pared lo realizó desde mediados de junio hasta el 17 de julio, fines de semana y “no sanfermines” incluidos.

 

Algunos elementos que aparecen en el mural tienen un gran significado para el artista:

El barco de vela, la goleta que surca las aguas del océano Índico, representa la vida, lo que tiene de aventura, los factores de incertidumbre y de ilusión. Los vientos son las pasiones a los que el timonel debe controlar: debe servirse de ellas para ir con fuerza a donde el timonel quiere ir. El barco es un mundo cerrado, sometido a reglas estrictas, y , según se mire, un mundo abierto. El barco está más seguro en puerto que atravesando el mar. Pero los barcos no se hicieron para estar seguros en el puerto: se hicieron para atravesar el mar.

La fachada del instituto representa un astillero, donde se dota de velas y elementos de maniobra al barco, que representa la vida de nuestros alumnos.

El árbol es otro elemento iconográfico con un significado bastante denso. El autor indica: ”Los que han visto el mural me preguntan si es acaso el árbol de la ciencia o el árbol de la vida. Rodeado, como está, por la doble espiral del DNA bien podría ser este último. El árbol en realidad, tiene para mi un significado muy especial. Es la imagen de un ejemplo moral. El árbol es un ser que no elige el sitio donde crecerá, y que convierte el sitio en el que crece en un sitio mejor. Los humanos deberíamos intentar hacer del mundo un sitio mejor, y tenemos, como lo tiene el árbol, la capacidad de hacerlo.”

La tabla periódica y el órgano: quiere mostrar la importancia de la ciencia y la música, que lo ponen todo a jugar dando lugar a la vida.

El autor finaliza: “De todas formas, los diversos elementos ocupan un lugar ideológico variable: las interpretaciones que yo hago de ellos no son cerradas ni definitivas, si inspiran otras interpretaciones es posible que las mías sean peores y las nuevas más interesantes. Una obra pictórica como esta puede leerse, pero de una manera tal, que cada lector crea su propio libro, y estoy seguro que habrá mejores lectores. “