Escuelas rurales

Se consideran Escuelas Rurales aquellos centros de Educación Infantil y Educación Primaria localizados en zonas rurales, con unidades multigrado, es decir, con menos de 9 unidades, en las que una maestra o maestro imparte docencia en más de un curso al mismo tiempo.

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angle-left Las escuelas rurales de Baztan se suman a la celebración del carnaval tradicional

2024/02/21

Orakunde

La fiesta del Orakunde o Jueves Gordo, era antaño la última fiesta previa al carnaval que se celebraba en los pueblos del Valle de Baztan. Tres semanas antes del carnaval, y siempre con jueves, llegaba primero el Gizakunde o fiesta de los hombres. Al siguiente jueves se celebraba Emakunde, fiesta de las mujeres y el jueves previo al miércoles de ceniza, se celebraba el Orakunde, o fiesta de todas y todos.

De esas tres fiestas que se celebraban antaño, perdura el Orakunde. Antiguamente la fiesta comenzaba la víspera (miércoles) con la cuestación vecinal o «puske biltzea», recogida de alimentos que se realizaba por las casas y caseríos del pueblo en compañía de txistularis, etc. 

El día de Orakunde comenzaba hacia las nueve de la mañana cuando se reunían todos los chicos (las chicas participaban por la tarde) a las puertas del colegio, y en una especie de semiprocesión acudían a misa con el maestro, el alcalde y el sacerdote del pueblo.

Después de la misa, paseaban por el pueblo cantando al son del txistu, y recogiendo los últimos alimentos y monedas que les daban. A mediodía se juntaban en la posada del pueblo y degustaban un menú a base de todo lo que habían recogido (chistorra, huevos, etc). A las "autoridades" de les ofreciía un menú especial.

Tras la comida, llegaba el plato fuerte del día, el «Juego del Gallo». En la plaza del pueblo a los chicos, provistos de espadas de madera, se les vendaba los ojos. Se metía un gallo en un agujero hecho debajo de una losa del suelo, dejando su cabeza al descubierto. Tras una palmada del maestro, los chicos iban caminando a ciegas y trataban de ser los primeros en tocar la cabeza del gallo con su espada de madera, haciéndose con el trofeo (el gallo). Tras varios turnos distribuidos por edades, practicaban también  otros juegos y un baile.

La fiesta terminaba cuando sonaba la «ilun ezkile» o campanada nocturna para que todo el mundo se retirara a sus casas.

Hoy en día, ante la imposibilidad de contar con músicos para el día de Orakunde para todos los pueblos del Valle, muchos pueblos han optado por adelantar al miércoles la celebración de la fiesta y la fiesta en sí también ha variado. La misa se mantiene, pero los juegos se celebran por la mañana y la comida, en restaurantes, sociedades gastronómicas o, como en este caso, la bajera o txoko de alguna familia.

 

Escuela de Ziga

El pasado 2 de febrero se celebró el Orakunde en la localidad de Ziga y la escuela rural hizo lo propio sumándose a la fiesta que contribuye a establecer y fortalecer los lazos de la comunidad.

Para comenzar, el alumnado y el profesorado fueron de casa en casa amenizando la jornada con sus cantos y el sonido del acordeón de Modesto.

Después, como es típico, comieron en comunidad en el garaje de lacasa Aldekoa. Tras ello, disfrutaron de juegos variados para terminar con el famoso Juego del Gallo.

La jornada festiva acabó con una chocolatada y un baile con Modesto.

Fue un día muy bonito en el que disfrutaron en comunidad de las tradiciones pre-carnavaleras.

 


 

Escuela de Erratzu

El 7 de febrero la escuela rural de Erratzu salió a bailar el Oilardantza junto con el pueblo.

Primero psearon por el pueblo en kalejira, bailando y comiendo las delicias que les daba la gente del pueblo.

Después, comieron en Castonea e hicieron juegos, entre ellos el del gallo. Zapi, Eki y Ekain capturaron el gallo. ¡Enhorabuena, campeones!
 

 

 

Dos días después, 9 de febrero, celebraron el Gizakunde. Para ello, se disfrazaron de oso, del pastor del oso, de mozorros, de mozorros blancos y negros para azuzar y "asustar" a la gente que disfrutaba viéndoles. 

Para terminar, fueron al frontón. Allí bailaron el zortziko y quemaron el Jantzilo.

 

 

¡Fue muy divertido participar en esta tradición!